martes, 24 de abril de 2012

Capitulo 5: Nando's

Bajamos a comer nada más terminar de deshacer las maletas. El restaurante al que fuimos se llamaba Nando's. Me sonaba haber escuchado antes ese nombre en algún otro sitio, pero noi sabía de qué.
Alba: ¡¿Nando's?! ¡¿Vamos a comer en Nando's?! ¡OMG! ¡Que me desmayo!
Tú: ¿Por qué, Alba?
Alba: ¡Porque es el restaurante favorito de Niall!
Tú: ¡OMG! ¡De eso me sonaba!
Alba: ¿Te imaginas que le vemos aquí? ¡Me da algo!
Tú: Jajaja, ¡qué exagerada eres! Seguro que no está aquí, tiene demasiadas cosas que hacer.
Alba: Lo sé. Pero bueno, ¿entramos?
Y todos entramos en Nando's. Nos sentamos en una mesa para seis personas. Se situaba en el centro de la sala. Entonces, vi a alguien que me llamó la atención. Era un chaval joven, podría tener mi edad, tal vez uno o dos años más. Estaba sentado en una mesa, sólo, y no estaba comiendo nada. Puede que esperara a alguien. Yo le veía de frente, pero no le podía ver la cara porque llevaba unas gafas de sol, un gorro y una gabardina larga. Esto fue lo que me llamó la atención de él. Parecía querer que no le descubrieran o reconocieran.
Camarera: ¿Qué van a tomar?
Alba: Nosotras tres podríamos tomar una pizza margarita, ¿qué os parece?
Rosa y tú: Estupendo.
Camarera: Muy bien.
La camarera siguió tomando apuntes de los pedidos de mis padres y de Fer. Después se marchó.
Unos minutos más tarde, trajo nuestra comida y comenzamos a comer con ansias. ¡Qué hambre tenía!
Entonces, el chico misterioso se giró y pude ver parte de su pelo. ¡OMG! Esos rizos inconfundibles... no podían ser de otro... Así que les dije a mis padres que iba al baño y me acerqué a su mesa.
Tú (dirigiéndote al chico misterioso): Sólo una VERDADERA Directioner podría reconocerte...
XXX: ¿Cómo sabes quién soy? ¡Nadie puede reconocerme! Llevo gafas de sol, gorro, gabardina...
Tú: Sigue sin ser suficiente. Te pediría un autógrafo, pero supongo que estarás harto de que te lo pidan así que...
XXX: No importa -sacó un cuaderno y una pluma de su gabardina.- ¿Cómo te llamas?
Tú: Rosa -le mentí.
Terminó de escribir, arrancó la hoja y me la dio.
XXX: Aquí tienes. Por cierto, ¿cómo me reconociste antes?
Tú: Por los rizos, jejeje.
XXX: Aaahhh, es verdad.
Tú: ¿Siempre eres tan amable con las fans?
XXX: Sí, siempre, sobretodo con las que no chillan como unas locas al verme.
Tú: Aaahh, claro.
XXX: Tengo que irme, encantado de conocerte, Rosa.
Me dio un beso en la mejilla y se fue. Yo me dirigi rápida a la mesa y dije:
Tú: Rosa, Rosa, no te vas a creer lo que me ha pasado.
Le di la hoja para que la viera.
Rosa: ¡No-me-lo-pue-do-cre-er! ¡OMG!
En el papel decía: Para Rosa, muchos besos guapísima. Fdo.: Harry.
Rosa: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Oh My Gooooooooooooooooooooood!!!!!!!!!!!!
Tú: Lo sé, y si te das prisa aún puedes verle en persona
Y le indiqué hacia dónde se fue. Ella no tardó un segundo en ir corriendo.
Alba: ¿Cómo has conseguido el autógrafo?
Tú: Le dije que yo me llamaba Rose =P
Alba: Jajaja. Pero vamos con Rose, ¡que yo también quiero ver a Harry Styles!
Y nos fuimos las dos tras Rosa, que se estaba acercando cada vez más a Harry.

Hello girls! Aquí tenéis el cap. Siento no poder seguir escribiendo, pero es que me voy a ir ya a la feira ^^
Besos y gracias por leer =D

martes, 3 de abril de 2012

Capítulo 4: Las entradas del concierto

Entonces escuché la voz de un hombre que me decía: Lo sentimos es usted la persona número catorce.
Tú: ¡No puede ser! ¡Debí de haber llamado un minuto después! Jo, con las ganas que tenía yo de ir a ese concierto...
Entonces, Rosa me interrumpió mientras hablaba (se puede decir que casi chillaba) por teléfono.
Rosa: ¿Sí? ¿De verdad? ¡¡Aaaaaahhhhhh!! ¡No me lo puedo creer! ¡Dios mío! Muchísimas gracias. Hasta luego.
Y Rosa colgó el teléfono. Tenía una sonrisa en la cara que le llegaba de oreja a oreja. ¡Parecía una letra "D" mayúscula!
Tú: ¿Y bien? Dime que eras tú la número quince. Por favor, dime que lo eras.
Rosa: No, no era yo. Yo no he llamado a ese número.
Tú: ¡¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?! ¡¿Que no eras tú?!
Rosa: No, yo estaba hablando con Alba.
Hace diez minutos me hubiese vuelto loca por hablar con Alba, pero ahora mismo estaba deprimida. No tenía ganas de nada.
Tú: Ah. ¿Y por qué estabas gritando de alegría?
Rosa: No te lo vas a creer cuando te lo cuente. ¡Alba me ha llamado para decirme que ella era la número quince!
Tú: ¿Sí? Me alegro por ella. No le va a servir de nada, se ha ido de viaje a Madrid.
Rosa: No lo entiendes, ¿verdad? ¡Son tres entradas! ¡Vamos Alba, tú y yo!
Tú: ¡¿Cómo vamos a ir con Alba?! ¡Si ella está en Madrid!
En ese momento, Rosa se giró y empezó a sonreír. Yo me giré también cuando mencionó:
Rosa: Aquí está tu sorpresa.
Entonces vi a Alba entrando por la puerta del hotel.
Tú: ¡¡¡¿¿¿Albaaaa???!!! ¡¡¿¿Qué haces aquí??!! ¿No estabas en Madrid?
Rosa: Te dije que se lo creería, es muy inocentona -le dijo Rosa a Alba.
Alba: Jejeje, no me fui a Madrid. Te lo dije para que no sospecharas que yo también venía a Londres.
Tú: ¿Y cómo has venido?
Alba: Pues en avión, con mis padres. No fui en el mismo avión que tú para darte la sorpresa una vez estuvieras aquí.
Tú: ¿Y te quedas con nosotras?
Alba: Me quedo en la habitación de al lado de la tuya, con mis padres.
Tú: ¡¡Qué bien!! Espera un momento... lo de las entradas también era broma ¿no?
Alba: ¡No! ¡Nos vamos las tres al concierto de One Direction!
Y las tres empezamos a gritar como unas locas. Todo el mundo nos miraba con cara rara, pues estaban todos en silencio y nosotras chillando.
Rosa: Será mejor que paremos de gritar.
Alba: Sí, nos mira todo el mundo.
Entonces, llegaron papá y mamá.
Papá: Vamos, chicas, ya podemos subir a la habitación. Por cierto, hola Alba, no te había visto.
Tú: ¿Sabíais que venía?
Mamá: Lo sabíamos todos, incluso Fernando, que le ha costado mucho trabajo no decir nada, jejeje.
Papá: Bueno, vámonos. Alba, tú vente con nosotros, que tus padres están ya en la habitación.
Alba: Okey.
Todos subimos a la habitación, y Alba se fue a la suya a deshacer la maleta.
Tú: Creo que nosotros también deberíamos deshacer nuestras maletas.
Rosa: Sí.
Nos pusimos a sacarlo todo de las maletas y a colocarlo en su sitio. Cuando hubimos terminado. Eran las dos del mediodía.
Fernando: Mami, tengo hambre, ¿podemos bajar a comer ya?
Mamá: Sí, cielo, ya vamos.
Esperamos a que Alba terminara de colocar las cosas y nos fuimos a comer al restaurante.

Capitulo 3: El viaje.

Policía: ¿Puedes quitarte el cinturón, por favor?
Rosa: Sí...
Rosa pasó otra vez por el detecta metales y éste no pitó.
Rosa: Uff, menos mal. Me había asustado.
Policía: Jejeje, al parecer era el cinturón, que tiene la hebilla de metal. Pueden pasar.
Todos pasamos y volvimos a coger las cosas que habíamos soltado en la bandeja. Luego seguimos andando unos minutos hasta que nos paramos en una cola muy larga para subir al avión. Estuvimos allí unos quince minutos y (¡por fin!) subimos al avión. Nos sentamos en nuestros asientos. En el lado derecho se sentaron papá, mamá y Fernando. En el lado izquierdo nos sentamos Rosa y yo. Ahora sólo quedaba esperar a que el avión arrancase.
Fernando: ¿Cuánto tiempo va a tardar el avión en despegar?
Tú: Ten paciencia, Fer, que hay que esperar a que lleguen todos los pasajeros.
A los veinte minutos, una azafata anunció:
Azafata: El vuelo durará unas dos horas y media.
Uff, dos horas y media, eso es mucho para mí. A mí que no me gustan los viajes largos y voy a tener que estar casi tres horas en un avión. ¡Qué agobio!
Azafata: El avión va a despegar. Apaguen los teléfonos móviles.
En ese mismo momento, me quedé dormida.
Dos horas y media después...
Rosa: Despierta, que hemos llegado.
Tú: ¿Dónde estamos?
Rosa: En Londres.
Tú: ¡¡¿¿Londres??!!
Rosa: Sí, Londres. ¿A qué no te lo esperabas?
Tú: Pellízcame, rápido, antes de que me lo crea.
Rosa: Pero ¡que estamos en Londres! Créetelo de una vez por todas.
Tú: ¡Dios mío! ¿Seguro que no estoy soñando?
Rosa: Ains, qué tontita eres, jejeje.
Nos bajamos del avión y salimos del aeropuerto. ¡Guau! ¡Era todo tan bonito! Desde pequeña siempre me había encantado Londres. Llevo mucho tiempo soñando con viajar aquí porque me encanta la ciudad y porque aquí viven cinco chicos a los que siempre he querido conocer...
Nos montamos en un autobús que nos llevó hasta el hotel. Luego, papá y mamá fueron a recepción a informarse de todo.
Mamá: Cielo, cuida de Fernando. Que no haga ninguna travesura -me decía mi madre.
Tú: ¡Pero si tiene 14 años! Puede cuidarse él solito.
Mamá: Pero tú sabes que él siempre está haciendo travesuras.
Tú: Ok, mamá, le vigilaré -le respondía. Después, se marchó tranquila.
Rosa: ¡OMG! ¡Estamos en Londres! ¿No estás emocionada? Siempre me habías estado diciendo que querías venir aquí, y ahora que estás no muestras ni una sonrisita. ¿Qué es lo que pasa?
Tú: No es nada...
Rosa: Dímelo, venga ya.
Tú: Es solo que... yo quería venir porque aquí viven los chicos de One Direction, y tenía la esperanza de conocerles. Pero aunque estemos en la misma ciudad, eso va a ser imposible.
Rosa: ¿Por qué?
Tú: Porque ellos son famosos, y soy solamente una fan. No hay nada que hacer...
Rosa: Nunca pierdas la esperanza.
Tú: Ya, pero...
Rosa: No hay peros que valgan. ¡Ah! Se me había olvidado decirte que hay otra sorpresa para tí.
Tú: ¿Aún hay más sorpresas?
Rosa: Sí, y ésta te va a encantar.
Tú: ¿Cómo lo sabes?
Rosa: Yo lo sé todo. Y ahora ¡anima esa carita!
Fernando: ¡Eh, chicas! Mirad lo que pone en este cartel. Sorteo de tres entradas en primera fila para el concierto de One Direction del 29 de junio. Para conseguirlas, debes ser la persona número quince en llamar al 637 489 551 (me lo he inventado xD) el día 22 de junio a las 12:00 del mediodía.
Tú: ¡OMG! ¡Es hoy!
Rosa: ¡Y son las 11:55! 
Tú: ¡Rápido! Saca el móvil, que tenemos que llamar. Yo voy sacando el mío también.
Rosa: Ok.
Tú: Ve marcando. ¿Cuál es el número? Es que no lo veo muy bien.
Rosa: ¡¿Cómo que no lo ves bien?! ¡Pero si lo tienes aquí delante!
Tú: Tú dímelo por favor.
Rosa: 637 489 551.
Tú: ¡Las 11:59! Rápido, marca tú también.
Rosa: ¡Voy!
Marqué el número de teléfono y me acerqué el móvil al oído para ver si me cogían. Entonces escuché la voz de un hombre que me decía: Lo sentimos, es usted la persona número catorce.